La limpieza de una lápida requiere atención y cuidado, especialmente considerando la fragilidad de muchas piedras originales en los cementerios. Antes de proceder con la limpieza, es crucial examinar la piedra en busca de grietas, descamación o deterioro físico. La aplicación incorrecta de agentes o métodos de limpieza puede causar daños a largo plazo, especialmente en piedras inestables. Si existe alguna duda sobre la idoneidad de la piedra para la limpieza, se recomienda consultar siempre a un profesional.
Productos para la limpieza efectiva de tumbas
Es fundamental utilizar productos y técnicas de limpieza apropiados para preservar la estabilidad futura de la lápida pero, ¿qué productos son seguros para la limpieza? Empecemos por lo que se debe evitar.
Productos que debes evitar en limpieza de sepulturas
Aunque la lejía puede dar la apariencia de blancura y limpieza, puede causar daños irreparables al «comerse» la superficie de la piedra, exponiéndola a una mayor descomposición. Además, dejará un residuo en la lápida que no se puede enjuagar. Todos los limpiadores con componentes ácidos deben evitarse ya que pueden causar daños permanentes en la sepultura.
Limpiadores seguros para la limpieza de tumbas
Los limpiadores seguros incluyen detergentes «no iónicos» diseñados específicamente para la piedra caliza, el mármol y la arenisca.
Estos productos están disponibles online y en tiendas especializadas en conservación. Es esencial seguir cuidadosamente las instrucciones y asegurarse de que la piedra esté completamente mojada antes de aplicar cualquier limpiador. Utiliza solo bayetas de algodón y cepillos de cerdas suaves (como un cepillo de dientes suave) para evitar levantar material de la piedra. Al limpiar la piedra, frota suavemente, trabajando de abajo hacia arriba para evitar marcas de rayas. Enjuaga la piedra a menudo y de manera exhaustiva con agua limpia. Nunca permitas que ningún detergente se seque sobre la piedra.
Para manchas y marcas difíciles, el amoníaco se puede utilizar con moderación. Asegúrate de diluir el amoníaco con al menos cuatro tazas de agua por cada taza de amoníaco. Esta mezcla puede ser muy efectiva contra los líquenes.
Consejos de limpieza para el cuidado de una tumba familiar
Antes que nada, es crucial realizar una inspección detallada de la lápida de tus familiares. Identifica grietas o descamación y presta especial atención a esas áreas.
- Utiliza un detergente no iónico especializado para garantizar una limpieza segura.
- Con un cubo lleno de agua, enjuaga la lápida y frota suavemente con un estropajo. Solo unas gotas de detergente limpiador por varios litros de agua son suficientes. Evita el uso de materiales ásperos que puedan rayar la lápida y siempre sigue la dirección de arriba a abajo durante la limpieza.
- Para el granito sin pulir, utiliza una brocha, pincel o paño seco para quitar el polvo superficial. Para el granito pulido, utiliza una mezcla de agua tibia con un producto de limpieza de pH neutro y frota con una esponja húmeda.
- El mármol requiere una eliminación previa del polvo y residuos secos, seguida de agua caliente y jabón. Una alternativa casera es frotar la lápida con bicarbonato de sodio y limón.
- Si la tumba tiene adornos de acero, utiliza una mezcla de bicarbonato y agua, frotando con una esponja y aclarando.
- Si los adornos son de bronce, opta por una mezcla de bicarbonato y zumo de limón, dejándola actuar durante veinte minutos y aclarando. También puedes aplicar una mezcla de agua, sal y vinagre blanco, dejándola reposar durante media hora y aclarando con agua tibia.
Presupuesto para limpieza de sepulturas en cementerios de Madrid
Con el cuidado adecuado, una lápida puede convertirse en un hermoso tributo duradero a tus seres queridos, que perdurará a lo largo de generaciones. En Limpieza de Tumbas, ofrecemos todos los materiales y productos de alta calidad necesarios para este tipo de limpieza, respaldados por los mejores profesionales. Reserva ya una limpieza de tumbas en los cementerios de Madrid y rinde homenaje a tus seres queridos, manteniendo el lugar donde descansan eternamente limpio y con un aspecto impecable.